Música de Montenegro elegida por Amel Kurtovich
En Montenegro estuvimos 3 días y dos noches, hicimos 131 kilómetros, ademas visitamos 4 ciudades Herceg Novi, Tivat, Budva y Sutomore y fue el segundo país que visitamos, si bien en nuestros pasaportes figura Bosnia y Herzegobina no podemos decir que estuvimos ahí.
Al llegar a la frontera ya estábamos cancheros y sabíamos que a las bicis las hacen pasar rápido por un lugar diferente a los autos, pero cuando nos acercamos pensando que iba a ser así, nos encontramos con un semáforo en rojo, así que frenamos. Habremos estado 10 minutos en ese semáforo hasta que empezamos a notar que la fila de autos atrás nuestro se hacia bastante larga y algo raro debía estar pasando, así que decidimos pasar en rojo.. Ahí nomas nos dimos cuenta que tenia un sensor para autos, y era por eso que no cambiaba!
Unos días atrás, en Dubrovnik, aprovechando la electricidad y el Internet del camping, habíamos planificado toda la semana y enviado bastantes solicitudes de couchsurfing para distintas ciudades de Montenegro, siempre pensando que de tantos mensajes alguien nos iba a alojar.. No fue asi! Llegamos a la primer ciudad de Montenegro de nuestro itinerario, Herceg Novi, esperando conseguir wifi para ver quien nos había respondido que nos alojaba, y cuando conseguimos internet nos encontramos con la mala noticia de que no teníamos nuevos mensajes, cero, ninguno, nadie nos daba un lugarcito para dormir, no sólo en Herceg Novi, tampoco en las demás ciudades!. Pero todavía quedaba tiempo para que respondan ya que habíamos planificado una semana entera.. así que decidimos conocer la ciudad, ir a la playa, dormir una siesta bajo un árbol y seguir camino a la ciudad siguiente para adelantar unos kilómetros de recorrido. Habíamos planeado todo pero teníamos una duda, el gps nos daba una ruta con un ferry para cruzar una parte del mar en una bahía, y nosotros no sabíamos si rodear la bahía (unos 25 km) o cruzar con el ferry, al llegar al ferry, ver que eran las 7:30pm, que el sol estaba bajando, y que en la ruta no se veía un buen lugar para dormir, decidimos tomar el ferry que para bicicletas salia €1 y llegar a Tibat una ciudad que, en el mapa, parecía grande, y seguro un parque o algún lugar para armar la carpa íbamos a encontrar. Y asi fue, desde la calle principal vimos un gran parque que tenia algunas montañitas y llegaba hasta el mar, algo curioso del parque es que tenia varias casas en ruinas, no sabemos si por alguna de las tantas guerras en las que participo la región o por otra razón. Decidimos entrar para ver si podía ser nuestro hogar por una noche, con la buena suerte que al llegar a un bar de la playa vimos medio escondida una carpa, si ya hay una carpa, la nuestra perfectamente puede estar, pensamos, y fuimos en búsqueda del mejor lugar para armarla, lo conseguimos en la cima de una de esas montañitas. Fuimos a tirarnos al agua y nos fuimos a dormir para, al día siguiente, seguir viaje hacia Budva otra ciudad de nuestro plan fallido de couchsurfing.
Budva es una ciudad grande, con una ciudad antigua rodeada por murallas, como la mayoría de las ciudades balcánicas que conocimos, a esta altura ya estábamos adelantados 1 día a nuestro itinerario y sabíamos que no íbamos a conseguir respuesta de los mensajes enviados, por lo que nuevamente pasamos el día en Budva, y seguimos rumbo a Bar, la ultima ciudad que teníamos marcada.
En Sutomore, una ciudad que esta unis kilometros antes que Bar, nuevamente conseguimos un lugar alucinante para dormir, un parque al lado de la ruta con entrada al mar, como ya era rutina, antes de armar la carpa fuimos a meternos al mar y lavar los platos, al buscar la malla me di cuenta que esta había desaparecido, probablemente se había soltado de la mochila en el viaje porque iba atada secándose, así que decidí ponerme a la moda europea y usar un boxer de malla. Cuando fuimos hacia el mar, nos dimos cuenta que el mar estaba unos 30 metros abajo nuestro, no nos fue difícil conseguir bajar, pero cuando estábamos bajando vimos una playita escondida llena de viejos en bolas, algo bastante desagradable, por lo que decidimos ir al otro lado, donde habían bastantes piedras pero no viejos nudistas.
A la mañana nos levantamos ya sabiendo que seria nuestro ultimo día en Montenegro, y casi no habíamos conocido gente, si bien en los comercios parecían muy piolas, no habíamos tenido la oportunidad de hablar con alguien, por un lado por no conseguir couchsurfing y por otro porque hablan muy poco ingles, por lo que queríamos conocer a alguien en nuestro ultimo día. Tanta fue nuestra suerte, que sentados al lado de un super desayunando leche con cereales y bananas, se nos acerco un Montenegrino, Amel, a preguntarnos si nos podia regalar una comida típica (no fue porque damos lastima, sino que vio las bicis cargadas y le gusto que viajemos así) obviamente que le dijimos que si, y así fue que trajo una especie de churros bañados en almíbar o algo parecido, nos contó que era típico de la región y que nos iba a dar energía para pedalear, así fue que intercambiamos facebooks y algunas palabras y siguió con su trabajo, que creemos era repartir estos paquetes de churros llamados tulumbas. Terminamos de desayunar y arrancamos camino hacia la frontera de Albania, el país mas pobre de Europa y el único que la gente nos recomendó no ir por la inseguridad, nosotros sabiendo que cuando contamos que somos de Argentina dicen que es peligroso, y habiendo leído en Internet sobre algunos viajes por Albania, decidimos ir.
La ruta mas corta hacia la frontera, y la que también nos habían recomendado no tomar, era subiendo una montaña por una calle sin siquiera lineas pintadas que después se convertía en una ruta casi recta por una región bien rural llena de frutales, una muy linda ruta para pedalear, así fue que llegamos a Lamiga, un pueblo en la frontera del lado de Montenegro, el pueblo no lo llegamos a ver, solo un supermercado con un restaurante con el mismo nombre del pueblo, eso nos hizo dudar sobre la existencia del pueblo.. Allí, afuera del supermercado, pasamos las horas de calor extremo de todos los días, y aprovechamos el internet para darle vida a este blog. Unas 4 horas estuvimos allí, cuando estábamos por irnos apareció una pareja en una bici doble que también estaban viajando camino a Grecia, pero desde Salsburgo, Austria. Ángela es Colombiana de Bogota, pero hace 8 años que esta estudiando en Alemania, Pabel es Ruso, de San Peterburgo, también estudia en Alemania hace años. Ellos nos invitaron a tomar algo en el restaurante y a charlar un poco sobre temas frecuentes cada vez que nos cruzamos con ciclistas, viajes, rutas, montañas, y como Ángela es Colombiana, se sumo a los temas la posibilidad de viajar por América latina, un poco de seguridad en Argentina, Colombia y las rutas americanas, pero obviamente de una manera positiva ya que todos pensamos que es posible realizarlo. Rápidamente notamos que el loquito de los viajes en bicis era Pavel y no tanto Angela (si bien, obviamente, le gustaban), el fue quien armo la bici doble, y tenia todos los planes, así como las preguntas sobre América latina, y había planeado un gran viaje de meses, pero debían suspenderlo porque hacia poco se habían enterado que Angela estaba embarazada. Nos despedimos para continuar por el mismo camino, pero antes de arrancar otro ciclista llego, un Londinense que en verano vive en Montenegro y venia de Albania, nos dio ciertas recomendaciones de hospedaje (no muy útiles para nosotros) pero se lo agradecimos y partimos hacia la frontera para cruzar a tierras desconocidas y, según nos decían, extremadamente peligrosas.

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