Dejamos Madrid, punto de partida y final de nuestro viaje en motorhome, y nos fuimos para Marsella, Francia. Solo con el equipaje que habia sobrevivido a los recortes que hicimos y la idea fresca del viaje que habiamos pensado meses atras, cuando caminando por Bratislava y charlando distintas posibilidades, se nos ocurrio este estilo y esta forma de viaje. En el aeropuerto de Madrid y en espera del vuelo nos la ingeniamos con una regla para medir los bolsos y dar con las medidas impuestas por la aerolinea. Capaz que fue medio al pedo porque no controlaban mucho pero fue comico ver a dos sudacas con buzos, camperas y pantalones largos puestos subiendo al avioncito, sabiendo que afuera del aeropuerto hacian como 40°C.
"Hoy dormimos bajo un puente", con esa idea aterrizamos en Marsella ya que por couchsurfing todavia no habiamos podido conseguir nada, carpa no teniamos y plata no queriamos gastar. Apenas aterrizamos, vimos que el aeropuerto tenia wifi y empezamos a enviar mensajes para pedir alojamiento por couchsurfing, con tanta suerte que una pareja mayor, Gilles y Anne Marie, nos respondieron muy rápido. Ellos no tenían problema pero nos avisaron que era complicado llegar, nosotros con la idea de dormir bajo un puente en Marsella, y viendo que eran unos 30km del aeropuerto, le dijimos que nos envíen la dirección que nos la arreglábamos para llegar.
En las 4 o 5 horas siguientes, entendimos de que hablaba Gilles cuando decía que era difícil, tomamos un bus hasta una ciudad ahí caminamos 3km hasta el tren y de ahí otros 2km hasta la casa. Apenas llegamos y nos recibieron, nos presentaron a todas las mascotas. Lola, una perra negra muy inteligente, Nanushka un gatito blanco y un gato negro que no recuerdo el nombre.
En la casa de Gilles y Anne Marie estuvimos 2 días, en los que aprovechamos para conocer El Carro (el pueblo donde viven) y los alrededores, todos muy lindos lugares con agua transparente y playas rodeadas de arboles.
Si bien para el vuelo a Zadar, Croacia faltaban tres noches, decidimos dormir en el aeropuerto la ultima por problemas de horarios. Anne Marie se ofreció a llevarnos a una ciudad donde había un bus directo con el aeropuerto, el resto del día lo pasamos en un parque de Martigues haciendo distintas cosas mientras esperábamos el horario del penúltimo bus al aeropuerto. Fue una buena idea no tomar el ultimo, ya que con la chofer del penúltimo tuvimos un problema de comunicación (en Francia, a la mayoría de la gente, no le gusta hablar ingles ni intentar comunicarse con gente que no habla francés) y se fue sin nosotros.
Una vez que llegamos al aeropuerto en el ultimo bus, buscamos un rincón para dormir y esperar el vuelo que nos llevaria al lugar que elegimos como comienzo para este viaje. Zadar, Croacia nos esperaba y en donde teniamos que comprar todo lo referido a la bici y donde nuevamente estábamos desamparados...
En las 4 o 5 horas siguientes, entendimos de que hablaba Gilles cuando decía que era difícil, tomamos un bus hasta una ciudad ahí caminamos 3km hasta el tren y de ahí otros 2km hasta la casa. Apenas llegamos y nos recibieron, nos presentaron a todas las mascotas. Lola, una perra negra muy inteligente, Nanushka un gatito blanco y un gato negro que no recuerdo el nombre.
En la casa de Gilles y Anne Marie estuvimos 2 días, en los que aprovechamos para conocer El Carro (el pueblo donde viven) y los alrededores, todos muy lindos lugares con agua transparente y playas rodeadas de arboles.
Si bien para el vuelo a Zadar, Croacia faltaban tres noches, decidimos dormir en el aeropuerto la ultima por problemas de horarios. Anne Marie se ofreció a llevarnos a una ciudad donde había un bus directo con el aeropuerto, el resto del día lo pasamos en un parque de Martigues haciendo distintas cosas mientras esperábamos el horario del penúltimo bus al aeropuerto. Fue una buena idea no tomar el ultimo, ya que con la chofer del penúltimo tuvimos un problema de comunicación (en Francia, a la mayoría de la gente, no le gusta hablar ingles ni intentar comunicarse con gente que no habla francés) y se fue sin nosotros.
Una vez que llegamos al aeropuerto en el ultimo bus, buscamos un rincón para dormir y esperar el vuelo que nos llevaria al lugar que elegimos como comienzo para este viaje. Zadar, Croacia nos esperaba y en donde teniamos que comprar todo lo referido a la bici y donde nuevamente estábamos desamparados...
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